Almendra: “Cuando Mónica murió, la prensa no era como la de ahora”

Para Almendra Golmelsky, atrás quedaron los días en su Argentina natal, su dejo y su vida  como una de las dueñas de la nube más famosa de la historia de la televisión peruana “Nubeluz”, junto a su desaparecida compañera Mónica Santa María, ambas protagonistas de una historia sin precedentes que marcó un hito a internacional y que se vio y disfrutó casi el mundo entero. ¿Qué veinteañero no recuerda a las Dalinas con sus pequeñísimos shorts y estilizadas figuras , cómo los cuarentones a Yola Polastri?.

Ahora Almendra con unos años de más pero no menos impactante, se luce en la conducción de uno de los programas femeninos  más vistos del cable, demostrando que con gusto y buen humor se puede capturar al televidente. No cabe duda que Almendra está mejor que nunca.

EXPRESO la ubicó en la salita colindante al estudio de grabación de Cable Mágico, esperamos impacientes, pero nos explican que debe maquillarse y vestirse para que luego de nuestra charla, grabe varios programas. No teniendo más remedio lo hicimos, luego aparecería Almendra, con una gran sonrisa que logró amainar nuestro naciente aburrimiento, nos pide disculpas por la demora y sin mediar mayores palabras nos concentramos en escudriñar su vida en base a preguntas que se remontan varios años atrás, encontrando a una mujer muy madura, dueña de sus recuerdos y alerta con lo que llama la “prensa de ahora”.

Pininos televisivos

¿Quién era Almendra antes de su ingreso a “Nubeluz”?

Era una modelo con bastante trabajo, que no tenía previsto pertenecer al mundo de la televisión, yo estaba estudiando Diseño de Modas. No fui al primer casting, me llamaron para el segundo, tampoco asistí y para el tercero no me quedó otra cosa más que ir pero a insistencia de Mónica, pero sin mayores expectativas. De pronto estaba firmando un contrato sin saber a lo que me estaba metiendo, pensé que era un programita de esos y ahí quedaba. Creo que nadie se imaginó en ese momento lo que iba a ser “Nubeluz”.

¿Qué recuerdas de tu época en la nube?

Mucho, fue una época muy bonita que duró seis años y no sólo era linda para los que trabajábamos ahí, sino para todo el Perú y el mundo entero. Porque funcionó muy bien. Tengo lo mejores recuerdos, porque nos trajo muchas satisfacciones como trabajar en vivo, los sábados y domingos; viajar a países donde nunca imaginaríamos que se viera el programa, Egipto, Turquía, Japón y todo Latinoamérica, entre otros.

La primera etapa con Mónica…

La mejor, pero también fue muy duro, porque nosotros convivíamos con las Cíndelas y los Gólmodis todos los santos días, de lunes a domingo, horas de horas ensayando y grabando. Fue duro porque teníamos clases de todo tipo, el programa se preparó durante nueve meses antes de salir al aire y fue una inversión muy fuerte y de hecho se tenía que hacer muy bien. La producción pensó en dos Dalinas, porque ya habían tenido la experiencia de Giuliana Maiocchi, que cuando se fue a vivir a Ecuador se quedaron sin programa, entonces dijeron, bueno con dos Dalinas, si una se va, el programa puede seguir sin mayores contratiempos.

¿Cómo manejabas tu vida de casada y el programa?

De hecho era muy difícil, por eso en esa etapa decidí no tener hijos, porque tenía una vida de viajes y convivíamos más con los chicos del trabajo que con nuestra propia familia, pero era necesario adaptarse, porque las cosas estaban claras, cada que él podía me acompañaba en los viajes.

Las dos Dalinas se quedaron… por un tiempo

Sí, porque funcionó muy bien, ellos querían guardarse las espaldas para que aunque faltara una, el programa continuara. El concepto era unir a dos personas diferentes, la más chiquita y la más alta. Los niños pensaban que éramos hermanas, porque nos vestíamos iguales. Era toda una ideología diferente, un lenguaje único. Fue un programa muy bien pensado.

¿Cómo manejaste la muerte de Mónica Santa María?

Fue muy triste para mí, y desde que partió, Nubeluz nunca volvió a ser igual. Nunca fue lo mismo para nadie, de hecho surgieron muchas idas y vueltas antes que yo saliera. Pero continuó el programa tres años más con dos Dalinas nuevas.

¿Recuerdas cómo trató la prensa su partida?

En esa época no existía la prensa que hay ahora, tan incisiva con las cosas del espectáculo, entonces, no fue tan complicada la situación, como lo es hoy. Pero se trató como tenía que hacerse porque nuestro público era infantil y los niños no iban a entender muy bien, simplemente ya no estaba y seguimos adelante.

¿En qué momento cayó el programa?

Bueno, las cosas no eran igual para nadie y decayó, cuando Mónica murió. Creo que el problema fue seguir pasando programas donde ella aparecía, a pesar de haber fallecido. Entonces los niños no entendían.

¿Cómo te llevabas con las otras Dalinas?

Bien, muy bien. Tengo lindos recuerdos de ellas, pero las cosas nunca serían iguales sin Mónica y poco a poco el programa se desgastó. Era un proceso.

De alguna manera te marcó Nubeluz.

Claro, porque fue el inicio de mi carrera en televisión. Pero sinceramente, jamás creí que me elegirían como compañera de Mónica. Recuerdo que fue ella quien me alentó a presentarme al casting porque ya era una de las Dalinas electas y faltaba la otra. Nosotras nos conocíamos porque en ese momento trabajábamos como modelos de Yambal. Me insistió tanto que fui, pero sin mayores expectativa por las diferencias físicas que ambas teníamos y eran muy notorias, ella bajita y yo muy alta, cosas que a mi parecer no funcionarían en la televisión pero para mi sorpresa funcionaron y muy bien. Pasé el casting casi de inmediato, para mi sorpresa.

Termina “Nubeluz” e inicias otro proyecto…

Sí, se llamó Almendra, en Frecuencia Latina, era un programa también para niños, pero yo quería algo muy diferente. Un programa en la tierra, donde pudiéramos hablar de cosas que pasaban aquí en la tierra, porque en “Nubeluz” teníamos ciertas restricciones, porque estábamos supuestamente en una nube. Entonces, si tu mamá cumplía años, jamás podías decirle ¡Feliz Cumpleaños Mami!, porque las Dalinas no tenían mamá. Fue una bonita experiencia de tres años.

De ahí…

Tuvimos unas cápsulas en el canal 7, presentábamos cuentos y ellos los pasaban en su programación. Después nada…, de ahí vino la novela “Sueños” con Guillermo Dávila y ahí acabó mi etapa infantil.

¿Querías despegarte de los niños?

Creo que llegó a mi vida en el momento que tenía que llegar. Lucho Llosa me había propuesto varias veces hacer telenovelas, yo pensaba que la actuación no era lo mío, pero como la novela tenía que ver con niños, pero a la vez era dejar esa etapa de niños, acepté porque me ayudaba a desprenderme de esa imagen. Pero la verdad es que no es que me fascinó, lo tomé como un reto, porque cuando asumo algo trato de hacerlo lo mejor posible, pero no me considero actriz ni mucho menos, ya que ese papel se parecía bastante a mi vida real, así que no actuaba mucho. Después vino “Algo en común” y luego ¡Oh Diosas!.

¿Analizando tu trayectoria dónde sientes que encajas mejor?

Son etapas, yo no soy de pegarme y quedarme en algo por mucho tiempo y sin querer queriendo la épocas fueron aproximadamente de seis años más o menos, creo que cada etapa, cada edad tiene lo suyo. Uno tiene necesidad de hacer algo en cierto momento y cuando me preguntan si me gustaría hacer programas infantiles, digo no. Porque a estas alturas de mi vida no haría nunca programas para niños, porque primero los niños han cambiado mucho en estos años, ya no son los niños que se creían la fantasía de “Nubeluz” o al menos vivían con ilusión, ahora los chicos tienen tanta información con la televisión con la internet que ya están en otra era. Creo que ahora es muy difícil complacer a un niño solamente con canciones con historias y con bailes. Además, mi edad, ya no tengo mucha paciencia, después que tuve hijos la paciencia se me agotó.

Mily Barba Chumpitaz

Publicado DIARIO EXPRESO

RECUADRO

Mamá Almendra

¿Cuántos hijos?

Dos. Macarena (6) y Rodrigo (4).

¿Planificados o llegaron en el momento menos pensado?

He, de alguna manera uno pospone ciertas cosas, por mucho trabajo, por viajes, pero al final las cosas llegan cuando tienen que llegar, en el momento justo y exacto.

Si tuvieras que definir a tus  hijos…

Diría que son totalmente diferentes y nosotros como padres tenemos que criarlos como cada uno es. Cada uno requiere algo distinto. Mis hijos tienen sus personalidades muy fuertes por cierto.

¿Cómo te llevas con ellos?

Tenemos nuestros encontronazos porque yo también tengo carácter fuerte, pero al final son una dulzura.

¿Qué tipo de madre eres?

Soy una mamá que trata de poner seriedad en el asunto, pero nunca lo logro. Mis hijos hacen lo que quieren conmigo. Siempre me compran de alguna manera. En todo caso el que pone la rectitud es el padre, más que yo.

¿Te gustaría tener otro hijo?

No, Dios me mandó la parejita, están perfectos. Todo bien, pero yo no quiero, pero si Dios me envía otro, lo aceptaría de la mejor manera.

RECUADRO

Los días de Almendra

“Me levanto a las seis de la mañana, preparo a los chicos para el colegio. Los llevo yo y de paso recojo algunos amiguitos en el camino. De regreso me ducho, hago mis ejercicios y de ahí me voy a mi peluquería a chequear las cosas como están, pongo todo en orden. De ahí vengo al canal o regreso a mi casa a hacer otras cosas”

RECUADRO

Almendra, Salón

“Desde hace muchos años quería poner algo en San Miguel, vi la pujanza de ese distrito desde que iba todos los días al Amauta, lo he visto crecer y desarrollarse. Decía que algún día tenía que poner un negocio ahí. Estuve buscando local mucho tiempo, hasta que me hicieron traspaso de una peluquería que había allí y bueno la puse en la Av. Universitaria 1135. Ya vamos a cumplir seis años, es Spá y Peluquería, tenemos todo lo que los hombres y las mujeres necesitan. Masajes, todo lo que tiene que ver con el cabello. Ahí yo misma maquillo pero con citas, totalmente personalizado de acuerdo a la persona, el tipo, los ojos, el rostro, todo. Tengo una maquilladora profesional, pero si sacan cita conmigo, me doy el tiempo para atender a mis clientas, novias, quinceañeras y madrinas. Entre mis clientas está Delly Montero, Shantall la hija de Bettina Onetto. Ah!!! También atiendo cortes de cabello, tengo clientas que me piden”

RECUADRO

“Hago caso a mis corazonadas”

“De hecho no me gusta planificar el futuro, yo voy viendo cómo van dándose las cosas, lo que me llama la atención. Hay corazonadas que me dicen, debes hacerlo o mejor no. De acuerdo a eso veo lo que tengo que hacer en mi vida. No planifico mucho.”

¡Oh Diosas!

“Me siento feliz en ¡Oh Diosas! Porque a pesar del tiempo, la gente lo sigue, creo que porque  todos los que trabajamos en el programa somos tal como nos mostramos en el programa. Nos comprometemos con los productos que ofrecemos. La producción se preocupa mucho que los auspiciadores tengan un concepto que funcione junto con el programa. Yo creo en el programa”.

“No tengo poses de diva”

“Soy una persona súper simple, pero con carácter fuerte. Soy muy ansiosa en el sentido de que si empiezo algo lo tengo que terminar pronto. Exigente a veces, pero soy súper normal ah!!! No tengo exquisiteces ni poses de diva”


Mily Barba Chumpitaz

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